Ay mamá...

Piyama party en mi casa.
Mi hija de 5 1/2 años y 3 amiguitas más.

Están hace una hora y media...

Ya me duele la cabeza...


Es sabido que los niños viene cada vez mas precoses...por culpa de los avances de la sociedad, por culpa de los avances tecnológicos, por culpa de los padres laburantes que ponemos a nuestros descendientes en guarderías y los estimulan desde los 45 días... Esta es la consecuencia!!!

Porque como todo en la vida, las cosas tienen dos lados. Yin y Yan, blanco y negro. Sambayón y frutilla.

La estimulación temprana es algo así como como la llegada de Tinkerbell y sus amigas a tierra firme para prepararla para la primavera...si, así me lo imagino yo (ya tengo dos alplax encima...que pretende? No le dije que tengo 4 pibas de 5 años acá jugando???)

La estimulación temprana, prosigo, cumple la función del invernadero del conocimiento, es forzar el tiempo y poner al alcance de estos cerebros esponjosos opciones no convencionales.

Somos nosotros que ponemos en las manos regordetas de nuestros niños de dos años nuestros celulares llenos de gadgets y les aseguro que en menos de dos meses (yo lo vi y se lo que le digo) el pequeño ente ya sabe que botones apretar y que camino seguir para llegar al video de Pocoyó o el jueguito de cars.

Reconocen las letras a los 3 y cuentas hasta 20 para arriba y para abajo.

Pero lo que nadie dice la otra parte del asunto:

A los 4 ya se quieren (y exigen) hablarse por teléfono, se invitan a las casas a jugar....y piden piyamas partys!!!!!

Yo a los 5 lloraba si no dormía con mi muñeco.


Por las dudas ya me abrí una alcancía para pagarle la rinoplastia a los 8....cómo le digo que no se puede hacer la lipo a los 12?